Hoy es una fecha clave para la lucha contra el TPP, hoy 04 de noviembre Argentina, México, Chile, Colombia y Perú salen a las calles a decirle #NoAlTPP. Esta fecha marca una serie de movilizaciones en diferentes países que tienen como objetivo gritarle a nuestras autoridades, nuestros parlamentarios y congresistas que una política de apertura comercial tal como se ha venido teniendo ya no es sostenible; que nuestros gobernantes no pueden seguir regalando nuestros países, que los lobbies no pueden estar por encima de los derechos de nuestras poblaciones.  

El Acuerdo Trans Pacífico (TPP por sus siglas en inglés), como ya se sabe busca establecer un nuevo estándar internacional más exigente y con ello enfrentar a China. Pero los temas que involucra en sus 30 capítulos y más de 6 mil páginas van más allá de lo comercial, implican diversos sectores y dimensiones sensibles que involucran vidas.

Cuando se firma un TLC no solo se compromete la liberalización del comercio, sino también se esta asumiendo un extenso conjunto de compromisos con consecuencias para nuestras poblaciones. 

Hace algunos años nuestros gobernantes decidieron que el establecimiento de los acuerdos comerciales era un tema crucial para el desarrollo y como tal lo han empujado a toda costa. Por lo tanto se han señalado beneficios enormes, se han exagerado, y los perjuicios se han minimizado o peor aún ignorado. Y por lo tanto las compensaciones NULAS.

Panorama actual

Las negociaciones de este acuerdo comercial se cerraron el 05 de octubre de 2015 y el acuerdo se firmó el 04 de febrero de este año en Auckland (Nueva Zelanda) por la entonces ministra de Comercio Exterior, Magali Silva, junto a sus pares de 11 economías de la región Asia-Pacífico.

Hoy los diferentes congresos y parlamentos de los 12 países tienen que APROBAR o NO APROBAR este acuerdo comercial, es decir son nuestros congresos los que dicen si va o no va este TPP. Y para ello cuentan con 2 años –a partir de la firma- para su discusión y debate, pero sobre todo para no dar la espalda a la sociedad civil y hacer un análisis participativo, a diferencia de quienes lo negociaron.

Hasta ahora no tenemos noticias de que el TPP haya sido aprobado en alguno de los 12 países y muchos han manifestado que primero quieren ver qué sucede en Estados Unidos y es que el TPP no entraría en vigencia si Estados Unidos o Japón no lo aprueban en sus congresos. Y es que para que este acuerdo entre en vigencia es necesario que 6 países miembros representen el 85% del Producto Bruto Interno (PBI) del total de los 12 países signatarios. Y como sabemos Estados Unidos representa el 61% del PBI y Japón el 18%.

La realidad es que el Perú tiene muy poco peso por ser una economía pequeña –con un PBI de 0,7%-, poco desarrollada, básicamente exportadora de materias primas. Y nuestro poder económico se traduce en un escaso poder de negociación y eso se puede ver claramente en lo que Perú ha venido cediendo en las negociaciones en las negociaciones de los diferentes acuerdos comerciales y que con el TPP dejan claro el poder de los lobbies y el blindaje a la gran inversión extranjera.

Ya sabemos que los dos candidatos de Estados Unidos, Clinton y Trump han manifestado su oposición al TPP y Japón ayer nos sorprendió deteniendo –por lo menos por el momento- la aprobación del TPP.

En el Perú el TPP ha ingresado y “reingresado” el proyecto de ley para aprobación del TPP, en estos momentos se encuentra en dos comisiones, la de Relaciones Exteriores donde fue ingresada por la Presidenta del Congreso y la de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología a solicitud de la congresista Foronda del Frente Amplio. También se ha solicitado su discusión en la Comisión de Comercio Exterior, sin embargo fue rechazada su incorporación por parte de la bancada fujimorista, muy lamentable. Tiene nuestro congreso una gran responsabilidad y tiene aún tiempo para el análisis, nada nos apura a una aprobación en estos momentos. Hay rumores de que se buscaría aprobar el TPP antes de la llegada del hoy Presidenta de los Estados Unidos, Barak Obama en su visita para la APEC. Quiero pensar que son solo rumores y ver con más seriedad a nuestros congresistas.

¿Hay algo que hacer?

La política de apertura comercial no es nueva en nuestros países y tenemos ya muchos acuerdos comerciales firmados que son cómodos a un modelo económico y de desarrollo que sufren nuestros países. Aquí algunas reflexiones que no hay que perder de vista:

1. Necesitamos abrir canales para la revisión y renegociación de acuerdos.

Los TLC no son definitivos ni inalterables. Se puede solicitar una revisión de aquellas partes que resultan negativas y perjudiciales para nuestro país.

2. Debemos exigir el establecimiento de una Agenda Interna.

Establecer una agenda entre el estado y la sociedad civil que incluya la compensación a los sectores perdedores.

3. No debemos ceder más de lo que ya cedimos.

Es necesario establecer claramente los límites de lo negociables y lo NO NEGOCIABLE. Estos parámetros tienen que ser generados mediante un diálogo nacional que incorpore la opinión de todos los sectores interesados.

4. Urge la vigilancia y participación ciudadana.

La sociedad civil no ha tenido un rol activo en las negociaciones del TLC y debemos exigir a nuestras autoridades una información oportuna para ello. Los mecanismos de participación popular deben de ser reforzados incluyendo el mecanismo de consulta ciudadana antes, durante y después de las negociaciones.

5. Debemos darle importancia al proceso de implementación de los TLC.

Los TLC no acaban con la suscripción. Es necesario monitorear y evaluar el proceso de implementación de los mismos.